Almudena Grandes, Todo va a mejorar
«Todo ha empeorado, la felicidad no puede programarse, ¿quién manda?, ¿quién nos representa?, estar en libertad no significa ser libre, ahora sí que todo va a mejorar»
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🌊 He leído este libro muy lenta, como si pudiera robarle al reloj algo de tiempo, en contraste con el ritmo de la autora, en el que se aprecia cierta prisa por dejarlo todo contado, todo detallado, todo hilado en la corriente inexorable de las horas que ya no se detendrán hasta desembocar en el mar.
Almudena Grandes siempre navega en las tramas con firmeza, capitana del barco que ella misma crea para surcar los mares de la ficción que diseña, los lectores nos convertimos en tripulantes y solo tenemos que confiar en ella y dejarnos llevar.
Estamos en el futuro, y nos acostumbramos a nuevas realidades, nuevas normalidades, igual que nos acostumbramos hace solo tres años a todo eso que nunca habríamos creído: pandemia, confinamiento, toque de queda, mascarillas, cifras diarias de muertes, aplausos en el balcón. A ello se le suman las escafandras para protegerse del virus o la Gran Terapia para favorecer la felicidad de todos los españoles con terapeutas de sonrisa uniformada y un gran apagón de la red de internet.
La dictadura neoliberal y ultracapitalista se congratula de los niveles de consumo y bienestar material que ha logrado: una sociedad convertida en una empresa, en la que la población está encadenada a un ciclo infinito de consumo perpetuo en el que invierte el sueldo cada mes. Un país que es un fake, una simulación de la realidad, un supermercado.
Solo cuando la población pueda admitir que la libertad no es consumir, que la prosperidad no es sinónimo de felicidad y que la vida depende de ir creando pequeños lazos de cuidado y amistad podrá ser verdaderamente libre. 🌊