Valérie Mréjen, Tercera persona

“De hecho, deberíamos seguir tu ejemplo más a menudo para no ir tan deprisa pensando en el trabajo todo el rato y permanecer el tiempo que haga falta en esa posición de observador: las rodillas dobladas, la cabeza inclinada hacia el suelo, cautivada por el recorrido de una babosa o un escarabajo”